Jo, pues es muy fácil de entender, siempre que no tengas gafas y tus orejas aguanten un lapicero. Donde sí resulta incómodo es... bueno, da igual ;-) Besazos
Y los bolsillos? Ahora dime que es el antecedente del pearcing u otra manera de llevar pendientes. Y no, los tampones no son incómodos (nueve de cada diez dentistas lo recomiendan)
Quizás algún dibujante falto de inspiración a la espera de que su utensilio de trabajo le susurre al oído lo que hacer. A las musas también les puede afectar la crisis. ¡Un saludo!
¡Qué buena Manuel! ¡Qué buena! je je.
ResponderEliminarCuando uno focaliza no deja de verlos por todas partes. No sé cómo se sentiría uno de ellos entrando en el IKEA y viendo la tentación gratuita...
EliminarSaludotes
Jo, pues es muy fácil de entender, siempre que no tengas gafas y tus orejas aguanten un lapicero. Donde sí resulta incómodo es... bueno, da igual ;-)
ResponderEliminarBesazos
Y los bolsillos? Ahora dime que es el antecedente del pearcing u otra manera de llevar pendientes. Y no, los tampones no son incómodos (nueve de cada diez dentistas lo recomiendan)
EliminarBesotes a carboncillo
No, hombre, no era el tampón, eso por no explicarme.
EliminarSiga intentando, hay más premios bajo las tapas.
Porque no fuiste carpintero...
ResponderEliminarSí y tenía bolsillos (y las orejas pequeñas, que todo hay que decirlo).
EliminarSaludotes
Quizás algún dibujante falto de inspiración a la espera de que su utensilio de trabajo le susurre al oído lo que hacer. A las musas también les puede afectar la crisis. ¡Un saludo!
ResponderEliminarSin duda, ha habido un ERE y ya sólo queda una: la musa raña.
EliminarSaludotes, Adrián