Y por momentos lo fue, Manuel, vaya si lo fue.Pero además, pensándolo bien, ¿qué es el oro? ¿qué lo hace distinto a las conchas de mar que usaban los polinesios como moneda?Un abrazo,
Pedro, el oro es lo que queramos que sea. Y está claro que queremos que sea poderoso.Abrazotes
En algunos momentos fue oro, ganado más por unos pocos; ahora es mierda, pagada por todos. Porca miseriaUn saludo indioMitakuye oyasin
David, pretendió ser lo que no era, síndrome del nuevo rico, con todas sus connotaciones.Atleeeeeeeeeeeeeeeeeeti (el único saludo indio que conozco)
Tú lo has dicho...Quisieron.Besos desde el aire
Rosa, el problema es que en su caída nos están arrastrando a todos.Besotes relucientes
Mientras exista la codicia en el ser humano, la fiebre del oro siempre estará de moda.Un abrazo desinteresado, Manuel.
MJ, palabras ciertas y dolorosas. Pero así es la condición humaan.Abrazotes lúdicos, claro está
Y por momentos lo fue, Manuel, vaya si lo fue.
ResponderEliminarPero además, pensándolo bien, ¿qué es el oro? ¿qué lo hace distinto a las conchas de mar que usaban los polinesios como moneda?
Un abrazo,
Pedro, el oro es lo que queramos que sea. Y está claro que queremos que sea poderoso.
EliminarAbrazotes
En algunos momentos fue oro, ganado más por unos pocos; ahora es mierda, pagada por todos. Porca miseria
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
David, pretendió ser lo que no era, síndrome del nuevo rico, con todas sus connotaciones.
EliminarAtleeeeeeeeeeeeeeeeeeti (el único saludo indio que conozco)
Tú lo has dicho...Quisieron.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Rosa, el problema es que en su caída nos están arrastrando a todos.
EliminarBesotes relucientes
Mientras exista la codicia en el ser humano, la fiebre del oro siempre estará de moda.
ResponderEliminarUn abrazo desinteresado, Manuel.
MJ, palabras ciertas y dolorosas. Pero así es la condición humaan.
EliminarAbrazotes lúdicos, claro está