lunes, 24 de junio de 2013

GRAMÁTICA SOCIAL

En las relaciones, uno muchas veces no sabe cuándo aplicar el punto y coma, 
el punto y seguido, el punto y aparte o el punto y final.

11 comentarios:

  1. Bueno, por no hablar de los puntos suspendidos, que te dejan así, parado en mitad de un párrafo sin saber qué va a seguir al otro lado, o si habrá algo.
    Me gusta!
    Abrazos

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    1. Ana, los puntos suspensivos dejan en suspenso todo lo demás. Y es que la vida, a menudo, es un punto.

      Abrazotes polisémicos

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  2. ...y cuando no sabes, si interrogar, o admirar, o entrecomillar, o... vamos, ¡un lío!

    Buen intervalo.
    Abrazo, beso o saludo ¿qué te mando hoy?

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    1. Rosy, es que puntuar es mucho más difícil de lo que parece. Muchas veces son las formas lo que hace que algo sea más o menos correcto.

      Buen comentario ;-)

      Abrazos, besos y saludos, faltaría más (¡viva la happy hour!)

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  3. Se vuelven difíciles las relaciones con las personas equivocadas desde un principio, cuando en ellas vemos un nexo a la posibilidad de ser felices ignorando que podamos acabar siendo subordinados a dicha persona, ciertamente es necesario saber cuando poner un punto. Saludos sintácticos.

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    1. Adrián, cuidado con la subordinación, siempre necesaria y siempre peligrosa si la proposición nunca varía.

      El mundo necesita muchos más lingüistas de los que parece.

      Saludotes pragmáticos

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  4. Apliquemos los dos puntos::::::::::
    De vista, por ejemplo.

    Besicos

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  5. Yo el punto y coma: a la minoría, siempre. ;)

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    1. Porque eres un punto, mi querida Serrana, y estás para que te coma ;-)

      Besotes a repartir (con la familia, con el departamento, con el rosario de la Aurora...)

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