Jajaja me recuerda a las patadas del embarazo. Las primeras no sabes si son gases. Y después de tener a la criatura, a veces crees que se sigue moviendo. Es que a los gases hay que tenerlos más en cuenta, que si no se quejan. Besos
Ana, las películas y la literatura nos llevan a interpretar a veces de manera demasiado poética lo que el cuerpo hace sin ninguna otra razón. Pero, así somos, buscamos ponerle un poco de sal a nuestras existencias.
Jajaja me recuerda a las patadas del embarazo. Las primeras no sabes si son gases. Y después de tener a la criatura, a veces crees que se sigue moviendo.
ResponderEliminarEs que a los gases hay que tenerlos más en cuenta, que si no se quejan.
Besos
Ana, las películas y la literatura nos llevan a interpretar a veces de manera demasiado poética lo que el cuerpo hace sin ninguna otra razón. Pero, así somos, buscamos ponerle un poco de sal a nuestras existencias.
ResponderEliminarAbrazotes desgasados