El lobo, en cambio, siguió creyendo en las teorías del liberalismo económico y se comió a la abuela después de estafarla con las preferentes. Lo sé de buena tinta.Un saludo con plusvalía.
Los lobos siempre estarán ahí. Ya no hay cazadores ni leñadores que les echen al río y les llenen la tripa de piedras. Una lástima, sin duda.Saludotes de trueque
El lobo, en cambio, siguió creyendo en las teorías del liberalismo económico y se comió a la abuela después de estafarla con las preferentes. Lo sé de buena tinta.
ResponderEliminarUn saludo con plusvalía.
Los lobos siempre estarán ahí. Ya no hay cazadores ni leñadores que les echen al río y les llenen la tripa de piedras. Una lástima, sin duda.
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