martes, 21 de enero de 2014

CUENCAS VACÍAS

Y un buen día, sin más, dejó de llorar.

5 comentarios:

  1. El otro día de luna llena salí a la terraza, el mar estaba iluminado y la luna reflejada en la piscina (llena, claro). Le dije a mi hijo que tenía que haber bajado a cazarla, pero ya sabe demasiado...
    Un abrazo sin llantos

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    1. ¿Él? ¿Yo? ¿La humanidad? ¿La luna? ¿Quién demonios sabe demasiado?

      Abrazotes descuencados

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    2. La luna sabe demasiado, no se sabe atrapar, mi hijo sabe que la luna sabe que queremos atraparla. Tú ya sabes que la luna no se deja coger fácilmente. Yo no sé nada.

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  2. Un alivio ¡Con lo que molesta el cloro en los ojos! ¿Qué sería de una piscina llena de colirio? Un saludo de a falta de veranos antes vuelve la primavera.

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    1. Adrián, llorar con cloro seguro que lo hacen las sirenas de urbanización.

      Saludotes atemporales

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