Pues Pedro, en ese mismo instante había un fáquir en paro asomándose en el de vidrio y tuve que elegir cuál de ellos. No sé qué habría pasado si la feria fuera de gastronomía.
Pues será lo próximo que veamos :) gente buscando libros en los contenedores, a mi no me importaría, seguramente en los del centro de la ciudad estén los premios planeta y en la perifera habrá contenedores chiquitos con verdaderas joyas. Besazos
A mí me encanta escribir sobre libro y sobre la lectura. Pero esto no se me había ocurrido, un contenedor que come lectores... Sí señor. Un abrazo.
ResponderEliminarMar, todo libro es un contenedor que come lectores y este no iba a ser menos.
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Esto es atracción y lo demás, tonterías.
ResponderEliminarBesiños de papel.
MJ, una atracción nada fatal, por cierto.
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Yo creo que es un lector arrepentido intentando recuperar el libro que acababa de tirar, pero el contenedor no perdona esas afrentas.
ResponderEliminarUn saludo.
Sara, los contenedores son muy suyos y al final se lo devolvió expurgado.
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¡Qué gusto da acercarse hasta aquí, Manuel! De verdad admiro ese don del que gozas. Ves -siempre- más allá de lo obvio.
ResponderEliminarUn abrazo,
Pues Pedro, en ese mismo instante había un fáquir en paro asomándose en el de vidrio y tuve que elegir cuál de ellos. No sé qué habría pasado si la feria fuera de gastronomía.
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Pues será lo próximo que veamos :) gente buscando libros en los contenedores, a mi no me importaría, seguramente en los del centro de la ciudad estén los premios planeta y en la perifera habrá contenedores chiquitos con verdaderas joyas.
ResponderEliminarBesazos
Ana, habrá que irse a la periferia, sin duda.
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Un buen libro te atrapa para siempre, pero otras cosas también, jejejeje :)
ResponderEliminarBesos desde el aire
Rosa, lo importante es que al final del mismo te suelte. Y sí, son muchas cosas las que nos enganchan
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