sábado, 5 de mayo de 2012

EL HUEVO Y EL GALLINA

Primero se oxidó y, después, se puso barreras, 
y no a la inversa, como le gustaba recordar.

2 comentarios:

  1. Los recuerdos nos engañan, suavizan las cosas para que no duelan tanto, o las hacen brillar más...
    Besos desde el aire

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  2. Sin duda, Rosa, el problema está en cuando tu recuerdo se convierte en lecciones morales a los demás de algo que tú nunca hiciste. Como dice un amigo, "yo no miento, enriquezco la verdad".

    Besotes

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